Este año conmemoramos el fallecimiento de San Faustino Míguez con un Proyecto Interdisciplinar de centro basado en la innovación y la tradición, que busca resaltar su figura como referente en los ámbitos educativo, científico, social y religioso.
En un emocionante viaje hacia el pasado, con la mirada puesta en el futuro, el colegio se sumerge en un proyecto que no solo honra la figura de San Faustino, sino que también coloca al alumnado a la vanguardia de la innovación educativa.
Imaginad un aula donde la historia cobra vida, donde la ciencia se mezcla con la solidaridad y donde cada estudiante se convierte en un alquimista moderno. Eso es exactamente lo que está sucediendo en nuestro colegio, la figura de San Faustino, educador y científico visionario, inspira la creación de jabones artesanales a partir de las mismas plantas que él estudió.
Pero este no es un proyecto cualquiera, es una experiencia transformadora basada en la metodología de Aprendizaje Servicio, una forma de educar que despierta la pasión por aprender y el deseo de servir a los demás.
Para llevar a cabo este ambicioso proyecto, toda la comunidad educativa se ha puesto manos a la obra. Los más pequeños de infantil han llenado de color el centro con sus decoraciones y han creado etiquetas llenas de creatividad. Los alumnos de 1º, 2º y 3º de Primaria se encargan de envolver los jabones y preparar bolsas aromáticas que despertarán los sentidos. Los estudiantes de 4º, 5º y 6º de Primaria, verdaderos artistas, darán forma a los jabones, creando diseños únicos. Los jóvenes de 1º y 2º de la ESO se han sumergido en la investigación, explorando las propiedades de las plantas y documentando cada descubrimiento. Los alumnos de 3º y 4º de la ESO, líderes del proyecto, elaborarán los jabones aromáticos y coordinarán cada paso de esta aventura educativa. Por último, pero no menos importante, las familias se han unido a esta iniciativa, colaborando en la recolección de plantas, aceite usado y agua termal, demostrando que la educación es un trabajo en equipo.
Cada jabón elaborado por el alumnado llevará consigo un pedacito de la historia de San Faustino, un legado de conocimiento y amor por la humanidad. Y lo más hermoso es que estos jabones no solo limpiarán cuerpos, sino también corazones, ya que serán donados a quienes más lo necesitan. Este proyecto es un testimonio del legado que San Faustino nos dejó, del poder de la educación para crear un mundo más justo y compasivo, y un recordatorio de que la innovación no solo trata de tecnología, sino también de encontrar nuevas formas de conectar con nuestra humanidad